Bienvenidos

Bienvenidos a una pequeña parte de mi mundo, mi pasión por la reposteria, por el rosa y por los blogs!

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Magdalenas de toda la vida

Ya estoy de vuelta después de mucho tiempo ausente en el blog, que no en la cocina! Cuando mas tiempo tienes mas cosas quieres hacer y al final por una o por otra, acabo dejando todo a medias...

Voy a aprovechar este espacio para hacer una confesión: me encantan las masas! que levante la mano el que no haya probado alguna vez la masa de un bizcocho antes de hornearse. Cuando era pequeña y mi madre hacia el bizcocho de yogur, normalmente los fines de semana,  me encantaba merodear por la cocina para poder chupar la cuchara una vez que hubiera acabado. Cuando mi hermano creció, teníamos un conflicto que se solucionaba con dos cucharas! A los que os hayan dicho de pequeños que las masas no se prueban porque están crudas y te hacen daño al estomago, lo siento, os han engañado! Eso era porque a vuestra madre le encantaba ese ultimo momento de felicidad antes de meter todo bajo el grifo!

Ahora que los años han pasado y no tengo que ceder mi cuchara a nadie, os digo que probar las masas, además de disfrutarlas enormemente, te dan una pista de como va a salir el bizcocho, de si has cometido algún error o si el cambio de marca de algún ingrediente se va a notar o no. Personalmente, ahora la que mas me gusta es la de los cupcakes de chocolate mmmm deliciosa!

Pero a lo que íbamos, la semana pasada tuve un antojo de hornear que no de comer, magdalenas. No soy fiel seguidora de la repostería tradicional y jamás había hecho algo parecido, ya que todos mis libros de repostería y blogs se centran en recetas inglesas y americanas, muy distintas de nuestra repostería tradicional, que considero mas "seca" y relaciono siempre con untar en leche o chocolate. Peeeero, me dio por las magdalenas! y busqué y comparé recetas por internet y he llegado a dos conclusiones: una, que todos los reposteros están obsesionados con que suban en pico y sean súper altas (mi madre incluida) y dos, que hay dos tipos, las que llevan nata y las que no. Luego hay variedades de sabor, unos les añaden limón, otros naranja, o especies mas intensas como canela.



Yo he probado esta receta, opción con nata y limón, pensando que así saldrían mas tiernas y húmedas y no tan secas que no las puedas comer sin leche, y como veréis en la foto, que suban en pico me daba igual, pues el sabor es el mismo y así mas chafaditas parecen muffins. Seguro que cada uno tenéis una receta por casa de vuestra madre o abuela o vecina que os aseguran que salen espectaculares. Seguro que si, probar. Yo he probado con esta y ya me he quitado el antojo, pero volveré a mis recetas inglesas.




INGREDIENTES

250 gramos de harina
250 gramos de azúcar
75 ml de aceite de girasol
125 ml de nata (mínimo 33% mat.grasa)
1 sobre de levadura
3 huevos medianos
la ralladura de un limón

PREPARACION

Precalentamos el horno a 180º
Batimos los huevos durante un par de minutos y añadimos el azúcar que previamente hemos mezclado con la ralladura de limón. Dejaremos que esta mezcla espume un poco en la batidora y añadiremos el aceite. Cuando este integrado, añadimos la nata.
Batimos durante unos minutos hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados, y procederemos a añadir la harina mezclada con la levadura, poco a poco. En este paso bajaremos la velocidad de la batidora o incluso mezclaremos a mano, evitando eso si que queden grumitos.

Ahora ya tenemos la masa hecha, y procederemos a rellenar las capsulas para meterlas al horno. Podéis usarlas del tamaño y color que mas os guste, pero es importante meterlas en una bandeja con agujeritos tipo la de cupcakes o en moldes de silicona, o corréis el riesgo de que vuestra magdalena sea una torta plana, ya que el papelito se va abriendo y la magdalena crece a lo ancho. Avisados estáis!
Una vez rellenas las capsulas, y si os gusta, añadir una ligera capa de azúcar normal por encima, para que se haga esa costra que algunas llevan por encima.

 


Horneamos según nuestro horno (cada uno conoce sus debilidades). Yo las he puesto 12 minutos con calor solo abajo y 8 minutos más arriba y abajo. Sacarlas cuando veáis que están ligeramente bronceadas por arriba.

 


 
Eso es todo por hoy, la próxima entrada será mi tarta de cumpleaños, aunque con pocas fotos ya que no me dio tiempo! la tarta voló y solo pude guardar un trocito para hacer la foto al corte. Os adelanto que es de chocolate y fresa, sacada del maravilloso y complicadísimo libro de Miette, y aunque al principio la mezcla de chocolate y fresa no me llamaba nada de nada y jamás la habría pedido en un restaurante, he de decir que es espectacular!!


Besitos!