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Bienvenidos a una pequeña parte de mi mundo, mi pasión por la reposteria, por el rosa y por los blogs!

domingo, 18 de mayo de 2014

Chocolate chip cookies

No se cuántas veces habré hecho esta receta, bien para tenerlas en casa como para llevar a la oficina, a casa de amigos o para regalar en una cajita. Son unas galletas riquísimas y muy apañadas para cualquier ocasión. La receta es sencillisima de preparar y muy rápida (excepto por el horneado) y el resultado es expectacular. 

La receta original es del blog de El rincón de Bea, donde además cuenta una curiosa y bonita historia del origen de estas cookies. 

Aceptan muchas variantes, aunque yo siempre las hago con chips de chocolate y nueces. Y no me enrollo más, aquí va la receta y unas anotaciones al final de una variante sin lácteos que hice hace poco para el pequeño Jorge. 

                      



Ingredientes

250 grs de mantequilla a temperatura ambiente
150 grs azúcar blanca
150 grs azúcar Moreno
2 huevos medianos
1 cucharadita de extracto de vainilla
300 grs de harina
1 cucharadita de bicarbonato
250 grs de pepitas de chocolate (la receta original dice 340 grs)
100 grs de nueces troceadas

Preparación

Batimos la mantequilla junto con los dos tipos de azúcar, hasta conseguir una mezcla esponjosa.
Añadimos los huevos uno a uno ligeramente batidos, y el extracto de vainilla.
Tamizamos la harina junto con el bicarbonato y lo incorporamos a la mezcla a cucharadas, batiendo a baja velocidad para no crear burbujas en la masa. 
Por ultimo añadimos las pepitas y las nueces, mejor mezclando a mano con una cuchara de madera.
Guardamos la masa en la nevera durante un mínimo de 3 horas. Yo normalmente la preparo el día de antes y la dejo enfriar toda la noche. 

Precalentamos el horno a 180 grados. Hacemos bolitas con una cuchara de helado y horneamos 10-12 minutos. Al sacarlas del horno estarán blanditas. Dejar un par de minutos que endurezcan en la misma bandeja caliente del horno y a continuación pasarlas a una rejilla hasta que se enfríen completamente. 

Y a comer!!

                


Como ya he dicho, estas galletas aceptan modificaciones en sus ingredientes: pepitas de chocolate blanco, de caramelo, otros frutos secos, lo que más os guste!

Hace unos días adapte esta receta para el pequeño Jorge, sin lácteos. No conseguí encontrar mantequilla de soja así que las hice con margarina 100% vegetal. La masa sale mucho más pegajosa y no endurece en la nevera. Tuve que añadir el doble de harina y el resultado fueron unas galletas más gorditas, tipo bollito, que recién hechas estaban mmmmm deliciosas. Ahora días después han endurecido mucho y son ideales para desayunar mojandolas en la leche. 

En la foto veréis la diferencia entre unas y otras.

            

Eso es todo por hoy! Espero que disfrutéis de estas galletas, por lo fáciles de hacer que son y lo buenas que están. 

Feliz semana! Yo me voy con mi bollito que ya me reclama, ese sí que está para comérsela a mordisquitos.

Un besito!!





miércoles, 11 de diciembre de 2013

Magdalenas de toda la vida

Ya estoy de vuelta después de mucho tiempo ausente en el blog, que no en la cocina! Cuando mas tiempo tienes mas cosas quieres hacer y al final por una o por otra, acabo dejando todo a medias...

Voy a aprovechar este espacio para hacer una confesión: me encantan las masas! que levante la mano el que no haya probado alguna vez la masa de un bizcocho antes de hornearse. Cuando era pequeña y mi madre hacia el bizcocho de yogur, normalmente los fines de semana,  me encantaba merodear por la cocina para poder chupar la cuchara una vez que hubiera acabado. Cuando mi hermano creció, teníamos un conflicto que se solucionaba con dos cucharas! A los que os hayan dicho de pequeños que las masas no se prueban porque están crudas y te hacen daño al estomago, lo siento, os han engañado! Eso era porque a vuestra madre le encantaba ese ultimo momento de felicidad antes de meter todo bajo el grifo!

Ahora que los años han pasado y no tengo que ceder mi cuchara a nadie, os digo que probar las masas, además de disfrutarlas enormemente, te dan una pista de como va a salir el bizcocho, de si has cometido algún error o si el cambio de marca de algún ingrediente se va a notar o no. Personalmente, ahora la que mas me gusta es la de los cupcakes de chocolate mmmm deliciosa!

Pero a lo que íbamos, la semana pasada tuve un antojo de hornear que no de comer, magdalenas. No soy fiel seguidora de la repostería tradicional y jamás había hecho algo parecido, ya que todos mis libros de repostería y blogs se centran en recetas inglesas y americanas, muy distintas de nuestra repostería tradicional, que considero mas "seca" y relaciono siempre con untar en leche o chocolate. Peeeero, me dio por las magdalenas! y busqué y comparé recetas por internet y he llegado a dos conclusiones: una, que todos los reposteros están obsesionados con que suban en pico y sean súper altas (mi madre incluida) y dos, que hay dos tipos, las que llevan nata y las que no. Luego hay variedades de sabor, unos les añaden limón, otros naranja, o especies mas intensas como canela.



Yo he probado esta receta, opción con nata y limón, pensando que así saldrían mas tiernas y húmedas y no tan secas que no las puedas comer sin leche, y como veréis en la foto, que suban en pico me daba igual, pues el sabor es el mismo y así mas chafaditas parecen muffins. Seguro que cada uno tenéis una receta por casa de vuestra madre o abuela o vecina que os aseguran que salen espectaculares. Seguro que si, probar. Yo he probado con esta y ya me he quitado el antojo, pero volveré a mis recetas inglesas.




INGREDIENTES

250 gramos de harina
250 gramos de azúcar
75 ml de aceite de girasol
125 ml de nata (mínimo 33% mat.grasa)
1 sobre de levadura
3 huevos medianos
la ralladura de un limón

PREPARACION

Precalentamos el horno a 180º
Batimos los huevos durante un par de minutos y añadimos el azúcar que previamente hemos mezclado con la ralladura de limón. Dejaremos que esta mezcla espume un poco en la batidora y añadiremos el aceite. Cuando este integrado, añadimos la nata.
Batimos durante unos minutos hasta que todos los ingredientes estén perfectamente integrados, y procederemos a añadir la harina mezclada con la levadura, poco a poco. En este paso bajaremos la velocidad de la batidora o incluso mezclaremos a mano, evitando eso si que queden grumitos.

Ahora ya tenemos la masa hecha, y procederemos a rellenar las capsulas para meterlas al horno. Podéis usarlas del tamaño y color que mas os guste, pero es importante meterlas en una bandeja con agujeritos tipo la de cupcakes o en moldes de silicona, o corréis el riesgo de que vuestra magdalena sea una torta plana, ya que el papelito se va abriendo y la magdalena crece a lo ancho. Avisados estáis!
Una vez rellenas las capsulas, y si os gusta, añadir una ligera capa de azúcar normal por encima, para que se haga esa costra que algunas llevan por encima.

 


Horneamos según nuestro horno (cada uno conoce sus debilidades). Yo las he puesto 12 minutos con calor solo abajo y 8 minutos más arriba y abajo. Sacarlas cuando veáis que están ligeramente bronceadas por arriba.

 


 
Eso es todo por hoy, la próxima entrada será mi tarta de cumpleaños, aunque con pocas fotos ya que no me dio tiempo! la tarta voló y solo pude guardar un trocito para hacer la foto al corte. Os adelanto que es de chocolate y fresa, sacada del maravilloso y complicadísimo libro de Miette, y aunque al principio la mezcla de chocolate y fresa no me llamaba nada de nada y jamás la habría pedido en un restaurante, he de decir que es espectacular!!


Besitos! 


 


miércoles, 28 de agosto de 2013

Red Velvet Cupcakes

Llevo tiempo prometiendo esta receta a amigas y familiares y por una cosa u otra, nunca encontraba el momento de redactarla como es debido para ponerla en el blog.
Ha llegado el momento!
Si os digo la verdad, la razón era que cada vez que los hacia para alguna ocasión especial o algún pedido, se me olvidaba hacerles fotos. Esta vez no lo he dejado pasar, y aunque no he hecho fotos muy detalladas, aquí tenéis la receta que a mi me funciona. Y digo esto porque recetas hay cientos de ellas por internet, muchas iguales y muchas con ligeras variaciones. Esta que os pongo aquí es la mía, mi favorita, la que me encanta. Esta sacada del libro de mi querida pastelería londinense The Hummingbird Bakery, y aunque si queréis probar los mejores red velvet cupcakes tendréis que viajar a Londres, seguro que con esta receta os salen deliciosos.
También quiero avisaros de que no desesperéis, es un tanto "especial", con ingredientes un poquito raros, pero el resultado es delicioso. Y aunque os lo pongo abajo, os lo aviso ya desde aquí, no cambiéis el colorante rojo por otro color!!! definitivamente será una catástrofe. Y si, lo digo por experiencia...



No me entretengo mas, aquí va la receta y algunos consejos.

INGREDIENTES
60 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
150 gramos de azúcar blanco
1 huevo
20 gramos de cacao en polvo
40 ml. de colorante rojo (si es liquido)
Media cucharadita de extracto de vainilla
120 ml de buttermilk
150 gramos de harina normal
Media cucharadita de bicarbonato sódico
Una cucharadita y media de vinagre blanco (de manzana)

PARA EL CREAM CHEESE FROSTING

300 gramos de icing sugar (azúcar glas comercial), tamizado
50 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
125 gramos de crema de queso muy fría

PREPARACION

Precalentar el horno a 170º
Mezclar la mantequilla con el azúcar en la batidora con las varillas a velocidad media hasta conseguir una mezcla suave y esponjosa y la mantequilla haya blanqueado. Subir la velocidad al máximo y añadir el huevo. Mezclar hasta que todo este perfectamente incorporado.
En un bol separado, mezclar el cacao en polvo, colorante rojo y extracto de vainilla, formando una masa densa y oscura. Añadir a la mezcla de mantequilla y seguir batiendo.
Bajar la velocidad de la batidora y lentamente verter la mitad del buttermilk. Batir bien hasta que este perfectamente incorporado, y añadir la mitad de la harina. Repetir este proceso hasta añadir todos los ingredientes.
Batir unos minutos a máxima velocidad hasta conseguir una mezcla esponjosa.
Bajar la velocidad nuevamente, y añadir el bicarbonato y el vinagre previamente mezclados en un bol aparte.
Batir hasta que este bien incorporado, subir la velocidad de la batidora al máximo de nuevo y batir un par de minutos mas.
Verter la mezcla en las capsulas para cupcakes, rellenando dos terceras partes.
Hornear durante 20-25 minutos, o hasta que al tocarlos tengan la esponjosidad de una esponja.
Dejar enfriar completamente los cupcakes antes de decorarlos
 
Preparación del Cream Cheese Frosting
 
Batir el azúcar glas o icing sugar junto con la mantequilla con las varillas a velocidad media, hasta que queda perfectamente integrado. Añadir la crema de queso muy fría de una sola vez y batir hasta que se incorpore.
Subir la velocidad de la batidora a velocidad media-alta  y continuar batiendo hasta obtener un frosting ligero, blanco y esponjoso, al menos 5 minutos. Ojo con batir demasiado o demasiado rápido, ya que podría derretirse y quedar un frosting liquido e inservible.
 Por ultimo, decorar los cupcakes según os guste mas, con espátula o manga pastelera, y decorar con migas de red velvet para darle mayor contraste.
 
 
 NOTAS
 
Buttermilk: es un ingrediente difícil de encontrar en supermercados españoles aunque muy usado en el resto de Europa. Se puede encontrar en ocasiones en sitios con el Lidle pero también se puede hacer en casa con resultados muy parecidos. Para ello hay que mezclar los 120ml que indica la receta, de leche de vaca entera!! con dos cucharadas soperas de vinagre blanco de manzana, mezclar bien y dejar reposar tapado, al menos 10 minutos. También se puede tener preparado en la nevera de días anteriores. El resultado es una leche agria con aspecto de cortado, tipo yogur.
Icing sugar: es un azúcar glass mas fino que venden en tiendas de repostería. En caso de no tener, se puede usar azúcar glass normal, tamizándolo bien para evitar grumos y luego batiendo mucho el frosting. En ningún caso se podrá usar azúcar glass hecho en casa (por ejemplo con la thermomix) ya que el azúcar comercial lleva almidon de maíz, lo que sirve de espesante. Sin esto, el resultado puede ser catastrófico…
Colorante rojo: esto lo encontrareis exclusivamente en tiendas de repostería o por internet. Tiene que ser rojo rojo, porque sino el bizcocho tendera a granate o incluso marrón oscuro. Venden en pasta y liquido, y uno especial para red velvet. Cualquiera vale pero las cantidades si es en pasta serian mucho menores. Lo veréis cuando estéis batiendo la mezcla, que deberá ser de un rojo brillante. Si ya se ve oscura en la batidora, en el horno los colores siempre oscurecen.
_Al añadir el huevo a la mezcla de mantequilla, parecerá que la mezcla se ha cortado y aparecen grumos. No pasa nada, hay que seguir batiendo un rato mas hasta que se integre. Esto pasa porque la clara de huevo “encapsula” la mantequilla y por eso queda con  mal aspecto.
_Definitivamente no se puede usar otro color para el red velvet. Cualquier otro colorante que uséis, al mezclar con el cacao, acabara teniendo un aspecto marrón verdoso bastante poco apetecible.
_El momento de hacer el cream cheese frosting es bastante tenso, ya que dependiendo del calor que haga ese día, puede ser una ruina, así que no os distraigáis! Nada de wasap ni hablar por teléfono, máxima concentración!
 
En esta ocasión celebrábamos el cumpleaños de Carolina con un curso de repostería donde aprendieron a hacer Red Velvet Cupcakes y los ya famosos Cake Pops de Oreo, que luego nos merendamos bien a gusto!
 
Gracias Susana, Cristina, Carolina y las pequeñas Elena y Ana por la tarde tan divertida que pasamos!!