La receta original es del blog de El rincón de Bea, donde además cuenta una curiosa y bonita historia del origen de estas cookies.
Aceptan muchas variantes, aunque yo siempre las hago con chips de chocolate y nueces. Y no me enrollo más, aquí va la receta y unas anotaciones al final de una variante sin lácteos que hice hace poco para el pequeño Jorge.
250 grs de mantequilla a temperatura ambiente
150 grs azúcar blanca
150 grs azúcar Moreno
2 huevos medianos
1 cucharadita de extracto de vainilla
300 grs de harina
1 cucharadita de bicarbonato
250 grs de pepitas de chocolate (la receta original dice 340 grs)
100 grs de nueces troceadas
Preparación
Batimos la mantequilla junto con los dos tipos de azúcar, hasta conseguir una mezcla esponjosa.
Añadimos los huevos uno a uno ligeramente batidos, y el extracto de vainilla.
Tamizamos la harina junto con el bicarbonato y lo incorporamos a la mezcla a cucharadas, batiendo a baja velocidad para no crear burbujas en la masa.
Por ultimo añadimos las pepitas y las nueces, mejor mezclando a mano con una cuchara de madera.
Guardamos la masa en la nevera durante un mínimo de 3 horas. Yo normalmente la preparo el día de antes y la dejo enfriar toda la noche.
Precalentamos el horno a 180 grados. Hacemos bolitas con una cuchara de helado y horneamos 10-12 minutos. Al sacarlas del horno estarán blanditas. Dejar un par de minutos que endurezcan en la misma bandeja caliente del horno y a continuación pasarlas a una rejilla hasta que se enfríen completamente.
Y a comer!!
Como ya he dicho, estas galletas aceptan modificaciones en sus ingredientes: pepitas de chocolate blanco, de caramelo, otros frutos secos, lo que más os guste!
Hace unos días adapte esta receta para el pequeño Jorge, sin lácteos. No conseguí encontrar mantequilla de soja así que las hice con margarina 100% vegetal. La masa sale mucho más pegajosa y no endurece en la nevera. Tuve que añadir el doble de harina y el resultado fueron unas galletas más gorditas, tipo bollito, que recién hechas estaban mmmmm deliciosas. Ahora días después han endurecido mucho y son ideales para desayunar mojandolas en la leche.
En la foto veréis la diferencia entre unas y otras.
Eso es todo por hoy! Espero que disfrutéis de estas galletas, por lo fáciles de hacer que son y lo buenas que están.
Feliz semana! Yo me voy con mi bollito que ya me reclama, ese sí que está para comérsela a mordisquitos.
Un besito!!